Red roses.
La emoción es irresistible dentro de ella. Cree que jamás se ha alegrado tanto de ver a alguien. Cuando se da cuenta, está corriendo desesperadamente para lalanzarse a los brazos de su chico. Sí; él definitivamente es su chico. El ramo cae al suelo y sus labios se unen con pasión. Ella colgada de él, rozando el cielo, rodeando con sus piernas su cintura, con sus manos su cuello. Y le sigue besando, como tan solo le ha besado a él.
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